El silencio no siempre es oro, puede ser sordera
Aunque puede resultar difícil identificar desde casa si un recién nacido es sordo, existen algunas señales que te podrían indicar que algo no está bien, por ejemplo; el bebé no se sobresalta en respuesta a un sonido fuerte repentino, no responde a sonidos, música o voces e incluso no se calma cuando escucha sonidos suaves.
No obstante, el tamizaje auditivo neonatal es en realidad el método más efectivo para detectar si un recién nacido pudiese padecer una hipoacusia (sordera).
El tamizaje y otras pruebas más detalladas permite determina el tipo de hipoacusia (neurosensorial, conductivo o mixto) el grado (leve, moderado, severo o profundo) y si es unilateral (un solo oído) o bilateral (dos oídos).
Leydianeth Marín, fonoaudióloga en el Servicio de Audiología y Foniatría en el Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, manifestó que el tamizaje auditivo neonatal debe hacerse durante el primer mes de vida del recién nacido.
Así mismo, detalla que “lo ideal sería tener un diagnóstico durante los primeros seis meses de vida, de tal forma que se puedan evaluar las alternativas de tratamiento dependiendo del tipo y grado de deficiencia auditiva que se presente”.
La especialista apunta que mientras más temprano se haga el diagnóstico, mejor posibilidades tendrá el/la bebé para acceder al tratamiento que necesita, permitiéndole un adecuado neurodesarrollo en habilidades cognitivas y lingüísticas.
De enero a agosto de este año, 187 recién nacidos no pasaron la prueba de tamizaje auditivo en el Hospital del Niño.
UN DIAGNÓSTICO QUE NADIE QUIERE OÍR
Todas las madres desean para el bebé que gestan que cuando llegue el momento del nacimiento, su hija o hijo esté saludable, pero no siempre es el caso y Arielis Cáceres es testimonio de ello.
Cáceres es la madre de Cristal Villareta, nacida en la provincia de Coclé en octubre del 2018, y cuenta que tras haber realizado una infinidad de pruebas a su hija le diagnosticaron hipoacusia a los seis mese de nacida.
“En mi familia no había precedente de esto y la verdad mis primera reacción fue miedo y culpa, no entendía porque a mi hija”, comentó Cáceres.
Lo mismo ocurrió con la madre Elías Guerrero, nacido en la provincia de Panamá en el año 2017, Yarelys Pérez, dice que nunca en su vida había oído hablar de la hipoacusia.
Pérez detalló que “cuando Elías tenía un mes, nos dieron el diagnostico de hipoacusia bilateral y yo no sabía qué hacer, tuve miedo por el desconocimiento, pensé que nunca iba a escuchar o hablar, fue un verdadero shock para mí y toda la familia.”
Sin embargo, para tranquilidad y fortuna de ambas en el Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel se cuenta con el personal y la tecnología que ha permitido que en ambos casos se pueda recuperar la audición.
UN SUEÑO HECHO REALIDAD
Desde el 2018 el Hospital del Niño cuenta con un “Programa de implante coclear” que hasta la fecha ha logrado colocar 14 implantes cocleares para pacientes con hipoacusias profundas y 6 implantes de conducción ósea enfocada en niños con microtias (orejas pequeñas o no formada correctamente), atresias de conducto auditivo, o alguna condición en la conducción del sonido sin que haya daño a nivel del oído interno.
Marín detalló que cada año un equipo integrado por el Servicio de Otorrinolaringología (responsable del diagnóstico), Psicología, Terapia Ocupacional, Trabajo Social y Fonoaudiología se reúne para analizar los casos y seleccionar a los pacientes que serán intervenidos.
El implante coclear es un dispositivo electrónico que se coloca en la cóclea y reemplaza la función de las células ciliadas dañadas del oído interno, que junto a una parte externa (procesador, antena, micrófonos) permiten al niño poder oír y posterior a ello aprender a escuchar y hablar.
Marín cuenta que lo más gratificantes como profesionales es ver la alegría no solo de los niños, sino también de sus familiares. “Se trata de una intervención que implica más que devolverles la audición, también les estamos dando una mejor calidad de vida”, concluyó.