Capacitaciones que salvan vidas para personal del Hospital del Niño
Aunque salvar vidas es un acto que generalmente se asocia con el personal de salud, ya sean médicos, enfermeras, técnicos o auxiliares, hoy en día ésta es una oportunidad que puede estar en sus manos siempre y cuando haya recibido capacitación.
Al menos así lo ve José Pérez, miembro del equipo de la Sección de Seguridad y Vigilancia del Hospital del Niño José Renán Esquivel desde hace 12 años, quién fue testigo de cómo su vecino de aproximadamente 82 años sufrió un paro cardiaco y falleció.
Pérez narró que hoy en día su vecino estaría vivo si algunos de los que presenciaron la lamentable escena hubiesen tenido conocimiento de las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
A casi dos meses de este hecho, Pérez formó parte los 80 hombres y mujeres que componen el equipo de Seguridad y Vigilancia del Hospital del Niño quienes durante el mes de octubre recibieron capacitación no solo en técnicas de RCP sino también en el uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA).
Horacio Valencia, jefe de la Sección de Seguridad y Vigilancia del Hospital del Niño, indicó que el propósito de esta formación es que los colaboradores de la institución tengan la capacidad de responder en cualquier evento en el que se requiere una asistencia de emergencia.
A juicio de Valencia tener el conocimiento que en las técnicas de RCP y DEA pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) detalla que cuando el corazón se detiene, la falta de sangre oxigenada puede causar daño cerebral e incluso la muerte en un promedio de ocho minutos, es por ello, que el tiempo de respuesta resulta fundamental ante un ataque cardíaco o cuasiahogamiento.
Hoy Pérez reconoce que la formación ofrecida le permite tener el conocimiento y la confianza necesaria para ayudar a una persona ante éstas emergencias.
Las capacitaciones fueron ofrecidas por el mayor Lucas Marcos del Cuerpo de Bomberos de Panamá y por Alvin Vargas y Javier Levy, técnicos de urgencias médicas del Hospital del Niño.