COMITÉ DE DAMAS LEONAS
50 AÑOS DE LABOR ININTERRUMPIDA
Introducción
Los seres humanos con frecuencia, nos elevamos sobre nuestras debilidades y limitaciones, a fin de realizar grandes obras. Una dimensión que se adquiere, no sólo por estar basada en el tamaño de estas tareas, sino, en la mayoría de los casos, por lo significativa y oportuna que resulten para la vida cotidiana de otras personas.
Estamos plenamente convencidos que toda gran iniciativa de impacto social debe asentarse en un registro y documentación que permitan conocer la verdadera historia de sus inicios, desarrollo, éxitos, fracasos y resultados. De este modo, las generaciones venideras tendrán una información veraz, a fin de corregir, si fuese el caso, el rumbo para adecuarlo a los acontecimientos que se viven con posterioridad y así, engrandecer la obra, y si lo amerita, mantenerla vigente para bien de la humanidad.
Comité de Damas Leonas
El Hospital del Niño fue construido bajo los auspicios del Club de Leones de Panamá, que una vez terminada la obra, lo entregó al Gobierno Nacional. Debido a la gran necesidad que tenía el país de contar con un hospital dedicado a los infantes, al iniciar operaciones éste hospital, acudieron más pacientes de lo esperado, en búsqueda de atención.
El personal nombrado por el Gobierno de ese entonces, resultó insuficiente. La atención a los niños enfermos la prestaban unas cuantas enfermeras y el personal médico era tan escaso, que no tenía descanso. La mayoría de las camas estaba ocupada por más de un paciente y algunas salas, aunque estaban debidamente equipadas, no se utilizaban debido a que tampoco se contaba con suficiente personal de aseo.
Conscientes de las dificultades económicas y de los requerimientos de personal que tenía el hospital, la Hermana Leona Una Scott de Arias, esposa del presidente del club, conformó un grupo de voluntarias, todas damas leonas, quienes acudían diariamente a cooperar con el personal hospitalario, tanto en la atención como en los cuidados de los niños recluidos en el hospital.
De esta forma, las damas leonas lograron mejorar la caótica situación del hospital, pero la ocupación aumentaba y los problemas se multiplicaban, sin que se vislumbrara la solución. Las damas leonas continuaban asistiendo diariamente al hospital, por lo que eran testigos presenciales de las carencias que sufrían tanto los pacientes como el personal que laboraba en “La Obra Cumbre del Leonismo Panameño”, título que le confirió el organismo leonístico a nivel mundial, Lions Internacional.
Transcurrió el tiempo sin que se recibiera el ansiado aporte y una vez más las damas leonas acudieron a beneficiar la niñez panameña, apoyando a sus esposos. En Noviembre de 1955, bajo la presidencia del Hermano León Jacobo Maduro, se aprobó la creación del Comité de Damas Leonas, el que perdura hasta hoy y cuyo principal propósito es organizar y llevar a cabo actividades para consecución de fondos en pro del Hospital del Niño, así como apoyar y reforzar las obras de beneficencia que realiza el Club de Leones de Panamá. Su fundadora y primera presidenta, fue la HL Judith de Maduro.
El Comité de Damas Leonas es una comisión especial de beneficencia del Club de Leones de Panamá. Normalmente es presidido por la esposa del presidente del club y su Junta Directiva la conforman las esposas de los leones que son elegidos anualmente. A diferencia de las otras muchas comisiones que tradicionalmente tiene el Club, ejecuta y financia sus propios proyectos. Para ello, desarrollan una permanente labor en búsqueda de ayuda y apoyo económico, entre los empresarios y comerciantes, así como dentro de la comunidad en general. El comité tiene total independencia para planificar, desarrollar, organizar y realizar sus actividades a fin de recaudar fondos para sus obras.
El Comité ha realizado múltiples actividades, a fin de incrementar las recaudaciones destinadas a mejorar los servicios que presta el Hospital del Niño. Los resultados económicos han hecho posible el cumplimiento de las metas propuestas en beneficio de la comunidad, especialmente de la niñez.
Semana del Pañal
Tradicionalmente se hace una colecta anual con motivo de la Semana del Pañal, en la que se solicita donaciones a las empresas por medio de cartas y, además en la fecha escogida por la presidenta, se realiza una colecta pública, en la que colaboran activamente, la novia del Club, los leones, cachorros y leos.
La creadora de esta actividad, que perdura hasta nuestros días, fue la H.L. Una Magdalena Scott de Arias, quien en 1955, en su afán de motivar a la comunidad para que aportara los recursos económicos necesarios para lograr cumplir con las metas propuestas, instituyó LA SEMANA DEL PAÑAL, que es una de las actividades de más relevancia y tradición del Comité de Damas Leonas.
Aún los más humildes ciudadanos, así como los vendedores de periódicos o “canillitas”, conductores de bus, taxis, carros particulares, ciudadanos de a pie sin distingo de posición social o económica, de creencia religiosa, de raza o edad, brindan con alegría y satisfacción el aporte que su condición económica les permite, que es igualmente apreciado y bien utilizado por el Comité, a fin de surtir el Banco del Pañal y atender las otras necesidades del Hospital del Niño.
El Banco del Pañal
El 23 de junio de 1971, se inauguró formalmente el BANCO DEL PAÑAL, que se ubicó en un pequeño local, cedido en el 2° piso de la Maternidad María Cantera de Remón. Actualmente el Banco del Pañal se encuentra en el 4° piso del Hospital del Niño, en un local más amplio que ofrece mayor comodidad para organizar adecuadamente los enseres y preparar las donaciones con que resuelven las crecientes necesidades, tanto de los infantes hospitalizados como de las madres que se atienden en la maternidad
Es oportuno dejar consignado un reconocimiento muy especial a los empresarios, a los medios de comunicación escritos y audiovisuales, a las asociaciones cívicas, así como a la ciudadanía en general, a las instituciones estatales y particulares, a las escuelas y colegios primarios y secundarios, por el permanente respaldo que brindan a esta labor, ya que sin su generosidad y espíritu de fraternidad nos sería imposible continuar apoyando a la niñez menos favorecida.