Obesidad, una epidemia creciente en América Latina
En el marco del Día Nacional de la Prevención de la Obesidad, se destaca la urgente necesidad de concienciar sobre la importancia de adoptar hábitos alimenticios saludables para combatir una creciente epidemia en América Latina. La obesidad, una condición médica compleja y multifactorial, no solo afecta la salud física, sino también la calidad de vida y el bienestar emocional de millones de personas en la región.
Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia dan cuenta que “en América Latina y el Caribe el sobrepeso es un grave problema de salud pública que afecta a más de 4 millones de niños y niñas menores de 5 años, y a casi 50 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 19 años de edad”.
En el informe denominado “Crece la ola de sobrepeso en la niñez” se asegura que durante las últimas dos décadas, la prevalencia de sobrepeso en la infancia y adolescencia ha aumentado sostenidamente en la región, por lo que urgen estrategias que permitan frenar este escenario.
De hecho es sabido que a corto plazo, los individuos afectados pueden experimentar una disminución en su calidad de vida, enfrentando problemas de movilidad y respiración, así como un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Así mismo, a largo plazo, la obesidad puede desencadenar complicaciones graves como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y trastornos musculoesqueléticos, entre otros.
En nuestro país, la Asociación Panameña de Nutricionistas-Dietistas (APND) reveló que para el 2020, el 12% de los niños menores de 5 años, el 29% de los niños entre 5 y 10 años y el 30% de los adolescentes panameños padecían de obesidad o sobrepeso lo que aumenta su riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta y perpetúa el ciclo de la obesidad en las futuras generaciones.
Para prevenir la obesidad y sus consecuencias devastadoras, es fundamental promover cambios en el estilo de vida y fomentar hábitos alimenticios saludables desde la infancia.
CONSEJOS CLAVE:
- Dieta balanceada: Priorizar alimentos ricos en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, mientras se limita la ingesta de alimentos procesados, azúcares y grasas saturadas.
- Actividad física: Promover la práctica regular de ejercicio físico, adaptado a las necesidades y preferencias de cada individuo, para mantener un peso saludable y fortalecer el sistema cardiovascular.
- Limitar el tiempo frente a pantallas: Reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias, como ver televisión o jugar videojuegos, y fomentar actividades al aire libre y recreativas.
- Educación y sensibilización: Informar a la población sobre los riesgos de la obesidad y proporcionar recursos y apoyo para adoptar un estilo de vida más saludable, tanto a nivel individual como comunitario.
El Día Nacional de la Prevención de la Obesidad nos recuerda la importancia de tomar medidas proactivas para abordar este problema de salud pública. Al promover hábitos alimenticios saludables y concientizar sobre las consecuencias de la obesidad, podemos trabajar juntos para construir un futuro más saludable y próspero.