Dermatitis atópica, la enfermedad de la piel más común en niños
Piel seca, enrojecida y con comezón en el pliegue delante de codos y detrás de rodilla son los principales síntomas de una de las enfermedades de la piel más común a nivel pediátrico, la dermatitis atópica.
Se trata de una patología crónica no contagiosa que afecta a un 20% de los niños menores de 11 años y aparece muy a menudo entre los 2 y 6 meses de edad.
CAUSAS
El Dr. Franz Barnes, pediatra dermatólogo en el Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, detalla que existen varias razones por la que aparece esta condición, una de ellas, puede ser la predisposición genética, factores ambientales como alérgenos o irritantes, así como disfunción del sistema inmunológico.
Agrega que esta condición se puede identificar porque se presenta la piel seca, enrojecida con picor e irritada y en el peor de los casos se pueden incluir infecciones secundarias y piel muy inflamada.
El especialista comenta que existen algunas acciones que pudiesen empeorar la condición y que se deben evitar en casa, ejemplo de ello es rascarse demasiado, los baños con agua caliente; así como usar productos de cuidado personal, como jabones y cremas, que puedan irritar su piel para no empeorar la irritación.
Tratamiento
La dermatitis atópica no tiene una cura definitiva dijo el Dr. Barnes; no obstante, los síntomas se pueden controlar con tratamiento adecuado por su dermatólogo, lo que puede incluir cremas emolientes (hidratantes), medicamentos tópicos y en ocasiones, antihistamínicos para controlar la picazón.
Por otro lado, comentó que aunque esta condición no es completamente prevenible si se pueden tomar medidas para reducir los brotes y controlar los síntomas, ejemplo:
Higiene: se recomienda utilizar un gel suave sin jabón, perfume o conservantes, especial para las pieles sensibles. Por otro lado, use agua a temperatura ambiente y evite prolongar el baño (máximo 3-5 min) y la zona genital solo con agua.
Los cuidados: usar cremas emolientes las que ayudarán a hidratar la piel, manteniendo el agua en ella, evitando la sequedad.
Hidratación: aplicar a menudo crema hidratante y masajear suavemente el cuerpo del niño.
En la casa: mantener la casa ventilada, evitar el calor y humedad, elimine el polvo y los ácaros.
Prendas de vestir: usar prendas de algodón, evitar los tejidos ásperos e irritantes o cualquiera que no favorezca la transpiración, lavar las prendas con detergente que no contengan blanqueador y enjuague.